Los cajeros de banco reciben cheques y dinero en efectivo para su depósito, verifican los importes y comprueban la exactitud de los resguardos de depósito. Los cajeros también cobran cheques y pagan dinero después de comprobar que las firmas son correctas, que los importes escritos y numéricos coinciden y que las cuentas tienen fondos suficientes. Los cajeros equilibran el efectivo, las monedas y los cheques en los cajones de efectivo al final de los turnos y calculan las transacciones diarias utilizando ordenadores, calculadoras o máquinas de sumar.