A continuación encontrará una lección en Beable que ofrece una visión general de la encuesta de interés profesional RIASEC. Considere la posibilidad de leerla con su hijo/a y utilizar las preguntas de debate a continuación para generar conversaciones sobre los temas de RIASEC.
¿Hacia dónde te diriges?
¿Te cuesta formular una respuesta cuando te preguntan qué quiere ser cuando seas mayor? Por lo general, a todos nos hacen esta pregunta típica —o nos la hacemos nosotros mismos— alguna vez a lo largo de nuestra vida. Las personas que tienen una clara correspondencia entre su estilo personal de trabajo y las exigencias de su empleo, es más probable que tengan una carrera profesional exitosa. Cuando no es así, el pronóstico no es tan brillante. A menudo, estas personas se sienten insatisfechas con su trabajo. Eso es un verdadero problema si se tiene en cuenta que se van a pasar muchísimas horas en un trabajo. Nadie quiere pasar por eso. Así que veamos cómo puedes encontrar una carrera que encaje bien con tu personalidad.
¿Cómo empiezo a averiguarlo?
Para saber hacia dónde te debes dirigir, primero debes reflexionar a fondo sobre tu persona. En primer lugar, tienes que identificar tus aptitudes o puntos fuertes. Todo el mundo los tiene. Algunas tareas te resultan más fáciles que otras. Luego, reflexiona sobre tus intereses. Son importantes, porque cuando la gente está interesada en lo que hace, sigue adelante, incluso cuando las cosas se ponen difíciles. Y por último, piensa en las condiciones que necesitas para hacer tu mejor trabajo o, en otras palabras, lo que valoras en un entorno laboral. Los tres componentes primordiales de una carrera profesional exitosa son la alineación de estos tres elementos —aptitudes, intereses y valores personales—, así que vamos a aprender más sobre cada uno de ellos.
¿Cómo identifico mis aptitudes o puntos fuertes?
"¿Para qué eres bueno/a?" Seguro que alguna vez te han hecho esta pregunta. A algunas personas les resulta fácil responder, mientras que a otras les cuesta mucho, pero en cualquier caso, conocer tus aptitudes es un punto de partida para cualquier planificación o preparación vocacional. Una forma de averiguar para qué eres bueno/a es pensar en qué momentos te sientes seguro de ti mismo. Por ejemplo, si alguien te pidiera ayuda con un proyecto, ¿qué tipo de tareas te sentirías más cómodo realizar o demostrar a los demás? Quizá seas creativo y eso te lleve a escribir textos increíbles y a corregir la tarea de otro compañero, o quizá seas persuasivo y te va muy bien cuando actúas delante de un grupo de personas. Tal vez te encuentres en tu mejor momento cuando estás haciendo un trabajo físico o manual, como construir algo en educación tecnológica o enseñarle a otra persona cómo hacerlo. La lista es interminable, pero creo que ya te das una idea.
¿Y los intereses?
Esta parte puede sonar un poco obvia. Todos sabemos lo que nos interesa, ¿verdad? Pues bien, para algunas personas no resulta tan fácil identificar sus propios intereses, porque se les dificulta diferenciar lo que les gusta o no les gusta hacer.
Si te resulta difícil identificar tus intereses, piensa en cómo empleas tu tiempo libre y toma nota de los patrones que surgen. Puede que haya aficiones, actividades o acontecimientos que capten tu atención hasta tal punto que "pierdas el tiempo", es decir, que estés tan concentrado/a en la tarea que olvides cuánto tiempo llevas trabajando en ella. Tal vez puedas enfocarte en un proyecto artístico, por ejemplo, o pasar un día entero en bicicleta sin esfuerzo, si tienes la oportunidad. Lo que eliges hacer cuando tienes varias opciones muestra un patrón de intereses.
¿Y los valores?
Las condiciones para trabajar con éxito son diferentes para cada persona, y lo que tú valoras será igual de único. Por ejemplo, a algunas personas les gusta el silencio absoluto cuando trabajan, mientras que a otras les gusta un entorno ruidoso. Por supuesto, esto puede variar según la tarea. Las mismas personas que valoran la música de fondo cuando escriben, por ejemplo, podrían preferir el silencio absoluto cuando intentan memorizar algo nuevo.
¿Cómo puedes averiguar lo que valoras en un entorno de trabajo? Una forma es hacer comparaciones y ver cuál de las dos opciones prefieres, cuando te dan a elegir. Por ejemplo, puedes comparar por la mañana o por la noche, adentro o afuera, solo o en grupo, ruidoso o tranquilo, con plazos o sin ellos y creando un proceso o siguiendo uno. En resumen, presta atención no sólo a las actividades en las que te sientes seguro y a las áreas que te interesan, sino también a los entornos que te permiten tener más éxito.
¿Qué sentido tiene todo esto?
Puede ser un poco abrumador pensar en todo esto, lo sabemos, pero el psicólogo académico John Holland elaboró un marco que puede ayudar. Identificó seis categorías: Realista, Investigador, Artístico, Social, Emprendedor y Convencional (RIASEC). Estas categorías, que veremos en otras lecciones, pueden ayudar a las personas a reflexionar sobre sus propias preferencias. Estas mismas palabras también pueden utilizarse para describir carreras, trabajos o incluso proyectos específicos. Al relacionar tus preferencias con las exigencias de los distintos tipos de trabajo, este marco de RIASEC puede ayudarte a explorar opciones profesionales y determinar cuáles pueden ser adecuadas para ti.
Preguntas para debatir en familia:
Considere la posibilidad de leer esto con su hijo/a y hacerle estas preguntas:
- ¿Cuál es tu código RIASEC?
- ¿Cuáles de tus intereses crees que te llevarían a lograr a una carrera satisfactoria?
- ¿Cuáles crees que pueden ser algunas de las consecuencias de tener un trabajo que no te gusta?